Que no sea chino, no! Que no sea chino! Santo Dios que no sea chino! Y digo chino en un sentido general o esos chinos de países similares que no son chinos pero son chinos igual.
La estupidez es por cierto, un producto de la voluntad. La naturaleza aborrece el vacío, incluso en la mente. El doloroso vacío del aburrimiento actual es llenado y perpetuamente renovado por el cine, la radio, la televisión y las historietas cómicas. Como siempre, el principal resultado de la violencia es la necesidad de emplear mayor violencia.
Hay tanta gente que escribe para lucirse.
Yo empecé así y fracasé
hasta el día en que olvidé esas pretensiones.