Uno de mis numerosos deseos para este año es que se iluminen esas pequeñas mentes que me rodean. La especie humana cada día es más interesante, es más me atrevo a comentar algunas cosas que me dan alergia:
Un ejemplo muy claro de la idiotez silvestre es la familia memo que viaja el treinta y uno a la noche para pasar por el peaje y ser "el primer turista del año". Pobre conciudadano sobre que trabaja en una cabina de peaje y le tocó ese turno horrible en esos lugares inhóspitos y tan iluminados como los peajes no puede brindar en paz porque hay una sarta de idiotas enlatados en un fiat 600 o renault 9 viendo como vive el mundo escuchando la hora por la radio. Ni comentaría las mujeres que han programado su cesárea para esa noche y que su pobre pequeño salga en las dos ediciones del noticiero. Tomen agua.