Los hilos picantes que elevan sin darse cuenta, la agonía y el éxtasis de la infinita interrupción que atasca con la fruta espinosa los gestos que recuerdo.
La estupidez es por cierto, un producto de la voluntad. La naturaleza aborrece el vacío, incluso en la mente. El doloroso vacío del aburrimiento actual es llenado y perpetuamente renovado por el cine, la radio, la televisión y las historietas cómicas. Como siempre, el principal resultado de la violencia es la necesidad de emplear mayor violencia.
Hay tanta gente que escribe para lucirse.
Yo empecé así y fracasé
hasta el día en que olvidé esas pretensiones.